jueves, 3 de mayo de 2007

¿Quién nos ayudará cuando la bonanza pase?


El Gobierno de Venezuela, como siempre a espaldas de lo que piensan sus ciudadanos, decidió retirar al país del Banco Mundial (BM) y del Fondo Monetario Internacional (FMI). Estas instituciones creadas bajo los acuerdos de Breton Woods, se convirtieron en los principales entes multilaterales de apoyo para el mundo en desarrollo. Ambos organismos con sus misiones particulares: el FMI asistir a los países que sufren de serios desequilibrios financieros y por tanto su capacidad de pago para atender sus compromisos se encuentre seriamente afectada. El Banco Mundial por su parte, apoyar los programas y los planes de desarrollo los países de los países del que antes se conocía como tercer mundo. Ambos organismos trabajan coordinadamente, para obtener un préstamo del Banco Mundial, el país debe tener solvencia, de acuerdo a los criterios del Fondo Monetario. Pero a su vez el aval de estas organizaciones se convierten en una señal positiva para los inversionistas que quieren arriesgar sus capitales en los países en desarrollo.

Venezuela, utilizó de manera a estos dos organismos durante la década de los noventa. Debido a un importante déficit en las cuentas nacionales al inicio del gobierno de Carlos Andrés Pérez se acudió al Fondo Monetario Internacional, a fin de obtener dinero fresco que le permitiera solventar las necesidades de caja. La ayuda financiera, como era de esperarse tenía que venir acompañada de un conjunto de reformas que permitiera al país recuperarse y sostenerse financieramente. De allí que los programas de préstamos se dieran bajo estrictos condicionamientos de acuerdo a los criterios de la ortodoxia económica.
Ahora bien no solo fue Venezuela quien acudió al FMI. La mayor parte de los países Latinoamericanos acudieron a dichas instituciones, dados los severos déficits en sus economías durante los 80, aquella que llamaron la década pérdida.

Los resultados fueron ambivalentes, Por una parte los programas de ajustes que todas las economías asumieron tuvieron su éxito en cuanto al logro de la estabilización económica -objetivo explícito de los programas de ajustes-. Ahora la mayoría de los países tienen una inflación controlada y disfrutan de crecimiento económico sostenido. Pero por otra parte, los recortes en los subsidios y ayudas estatales, la sinceración en las tarifas de los servicios públicos, la privatización y reestructuración de las empresas públicas, con la necesaria salida del personal excedente, dieron mala imagen a estos organismos, como pocos preocupados por la situación social de los países. Estas críticas han sido muy discutidas al interior de estos organismos, especialmente después de la salida de Joseph Stiglitz de la Vicepresidencia del Banco Mundial. A su vez, la burocracia imperante en ellos, muchas veces dificultan los flujos de recursos que los programas requieren para su implementación, especialmente cuando estos son de cierta complejidad.

Venezuela, se da el lujo de anunciar su salida de estos organismos. Respaldada por tres años de altos precios petroleros, la dirigencia actual cree que Venezuela nunca más necesitará apoyo del exterior para sus economías; en su arrogancia no logra ver que los precios del petróleo han sido extremadamente volátiles desde la los años setenta. Que si en el futuro próximo caen los precios petroleros, Venezuela puede entrar en una situación de riesgo financiero. Para ese momento, una vez pase la borrachera, cabe preguntarse, no perteneciendo al Fondo Monetario Internacional, ni al Banco Mundial, quien apoyará financieramente a Venezuela, en su recuperación y en sus programas de desarrollo. ¿Serán los países del Alba, Argentina, o quizás una China cada vez más capitalista?

2 comentarios:

Douglas dijo...

Hola... Te escribo para comentarte que ya se creo el blog del reencuentro para que te metas y agregues comentarios. La direccion es la siguiente: http://reencuentrodos.blogspot.com/2007/05/avnces-del-reencuentro-pia.html

Estamos en contacto!

Yvan Serra Díaz dijo...

OK lo veré y te haré los comentarios.

Saludos,

Yván