domingo, 27 de mayo de 2007

TVes 5

A juzgar por las tendencias, este observador pronostica que la audiencia del nuevo canal que ocupara la frecuencia ocupada por RCTV, no superará el 5%. En que me baso para sostener sin ningún estudio calificado este nivel de rating, pues sencillamente en los número de participación de mercado de todos los productos comunicacionales de este gobierno. 5% es el número de televidentes de Venezolana de Televisión, si a eso unimos los televidentes de la emisora de la Asamblea Nacional ANTV y de VIVE, el número se mantiene igual, ya que el aporte de estas dos televisoras es sencillamente marginal.

5% es la cantidad de lectores del pasquín propagandístico VEA. Igual podemos decir de la radioescucha de Radio Nacional de Venezuela, cuyos números son muchísimos menores que estos. La conclusión solo puede ser una: los funcionarios públicos encargado de estos menesteres y sus aliados privados no tienen capacidad para lograr la atención de la población. Y no existen razones objetivas para pensar que después de ocho años de fracasos comunicacionales, tengan éxito en esta nueva aventura televisiva.

La razón del fracaso comunicacional y con toda seguridad será el fracaso del nuevo canal, es la poca visión comercial de sus patrocinantes. El canal 2 y el canal 4, al ser canales con claro fines de lucro tenían que realizar una televisión entretenida que garantizara audiencia y maximizará la venta de publicidad.

Programa que no garantizara un mínimo de sintonía salía del aire y era sustituido por otro programa que garantizara un mayor nivel de raiting. La gente vive la pasión de las novelas, y sueña con ser unos de sus protagonistas, se entretiene con sus musicales y con sus programas de concursos, y los programas culturales se hacen de manera que no aburran a los televidentes. A su vez los noticieros se realizan pensando en las noticias e informaciones que interese a la población. La razón del éxito de la televisora comercial es que busca la sintonía con sus televidentes y trata de ofrecerle una televisión que satisfaga sus necesidades de entretenimiento y distracción. Ahora bien no toda la televisora tiene que ser comercial para ser exitosa. Los ejemplos de la BBC, TVE y de muchas televisoras europeas dan señales que ciertamente no tiene que estar el dinero detrás para ser una buena televisión. Sin embargo estas emisoras cuentan con un desarrollo institucional donde todas existe espacio para todas las corrientes de opinión, incluso a las que adversan al gobierno.

A su vez que tienen amplias fortalezas institucionales que superan los períodos gubernamentales. Por tanto una nueva emisora, dirigida por el Estado y con la condición de parcialidad hacia el proceso político para sus productores independientes, solo es garantía de una televisión mezquina, políticamente interesada, y con toda seguridad: Aburrida.

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