miércoles, 28 de enero de 2009

EN EL REINO DE LOS ANIMALES

AGUILA CAZANDO MOSCAS
Quizás eran otros tiempos. Hasta tuvo el tupé de decirle al Ex presidente de Bolivia Jorge Quiroga, que águila no cazaba moscas. Era su frase preferida de otros tiempos, en el que con un apoyo popular que superaba en ocasiones el 60% de las mediciones le hacía sentirse confiado, esperando triunfante todas sus iniciativas. Las criticas de sus adversarios, eran respondidas con desdén con este refrán. Parece que hoy las cosas han cambiado algo. Las moscas parecen importarles, tanto que les manda a echar gas del bueno. Será que ya no es tan águila, o que los adversarios no son tan moscas como pensaba hace algunos años atrás.
Unos estudiantes universitarios, que a su entender son hijos de oligarcas y una expresión totalmente minoritaria y ajena al sentimiento popular salen a manifestar porque no les gusta la propuesta de enmienda que legitimaría la reelección indefinida y lsa decisiones del CNE de cercenar el derecho al sufragio de aquellos que cumplieron dieciocho años en estos meses, y manda a enfrentarlas con todas la violencia del Estado, y que le echen gas del bueno, recordando algunos episodios donde con gas del bueno los nazis mataban a mansalva en los campos de concentración.
Algo esta pasando que el Águila esta cazando mosca, con poca fortuna por cierto.
LA LIEBRE Y LA TORTUGA
Todos conocen la fábula. Una liebre toda vanidosa y con ánimo de burla invita a una tortuga a una carrera, la cual acepto. En medio de la carrera y dado que llevaba una ventaja considerable, la liebre decide descansar, sin percatarse que la tortuga lenta pero persistentemente recorría la distancia hasta que finalmente logra ganar la carrera. Pudiera pensar que políticamente en Venezuela la liebre es Chávez y la tortuga la oposición. La liebre se duerme y pierde un referéndum que terminó siendo desaprobatorio para reforma la constitución. La liebre vuelve a pedir carrera, esta vez, una enmiendita, que establecería la elección indefinida. La tortuga no puede decir que no y sale adelante. La propuesta es tan mala, que la liebre sale en desventaja. La tortuga inicia ganando la carrera. Pero la tortuga recuerda que gano hace año y medio. Se olvida todo lo que tuvo que transitar para ganar la carrera e insólitamente toma un descanso, mientras la liebre se acerca, la tortuga se olvida que una elección se gana con una campaña, no con discusiones de bufetes jurídicos. Esperemos si la tortuga despierte a tiempo, antes de que la liebre la alcance.

miércoles, 21 de enero de 2009

MEDELLIN 1989


La noticia me toma de improviso la tarde del viernes. Mataron a Orel Sambrano en la urbanización Prebo de Valencia. El autor un motociclista que pudo propinarles varias balas, mientras Orel compraba unos videos. Semanas atrás, en la hacienda San Francisco en Tocuyito, alguien llama al Dr. Francisco Larrazábal, cuando sale a atenderlos, le descarga varios tiros en su humanidad antes de tomar su moto y huir del lugar. La muerte por encargo ronda por Valencia. No puedo dejar de conmocionarme por estos sucesos. Mis pensamientos buscan hechos análogos y a mi mente le llega el recuerdo de Medellín, para finales de los años 80.
Por esos días, un narcotraficante de nombre Pablo Escobar, era de hecho el dueño de esa ciudad. Extrañamente querido por sus obras de caridad, especialmente por las más humildes a quienes no dejaba de ayudar. Casas, fiestas, comida, todo el que buscaba al “jefe”, podía contar con su bondad. Es una fuente de empleo para los jóvenes de Medellín. Que tras de la riqueza de la nueva industria se encuentre la cocaína pareciera un detalle menor cuando la pobreza pega. Pablo Escobar obtiene un curul en el congreso colombiano el cual no puede ejercer al detectar el origen de los fondos de su campaña.
Pero mientras Pablo Escobar socorre a los humildes de Medellín, el conocido Cartel de Medellín hace de las suyas. Colombia aplica el tratado de extradición con los Estados Unidos y la ciudad se vuelve un pandemónium. La mafia se organiza y sus redes de asesinos se hacen llamar “Los extraditables”, el cual enfrenta con saña al Estado colombiano. Altos funcionarios públicos, políticos, periodistas, empresarios o policías son asesinados a diario por sicarios moto-transportados. Finalmente pierden la batalla contra la justicia y muchos de los miembros del cartel, incluido a Escobar, pagan con sus vidas.
Valencia comienza a oler a Medellín. El sicario es solo una pieza menor de un entramado que amenaza con teñir de rojo a la ciudad.

lunes, 12 de enero de 2009

INEQUIDAD VIAJERA


A diferencia de otros colegas que mantienen posturas opositoras al actual régimen, no me cuento entres quienes adversan los viajes del actual presidente. Por el contrario, cada vez que traspasa las fronteras, bien sea para defender la revolución boliviana, visitar al paciente de La Habana, o denigrar de las cumbres internacionales a la que asiste infaltable con numerosas comitivas, me siento mucho más tranquilo.
En esos días sin “Aló presidente” y sin cadenas la… fastidiosas, tenemos la seguridad que no habrá centros comerciales expropiados, ni nacionalizaciones compulsivas de empresas eficientes; tampoco esos días, ningún dirigente opositor, ni periodista ni dueño de medios, será insultado, pues la mira de su verbo estará puesto en Bush y sus aliados. Debo suponer que incluso, hasta los funcionarios de la nomenclatura, estarán más tranquilos, ya que por esos días podrán dedicarse para lo que es su tarea, y no estar pendiente de los deseos del presidente. En fin, dado que no estamos en un país normal, pausas de cotidianidad existen cada vez que el Airbus presidencial despega de Maiquetía. Días donde las amas de casa pueden disfrutar de sus novelas sin interrupciones, y pasar las colas escuchando música en la radio, y no las peroratas del Teniente Coronel (R).
Pero una cosa son mis deseos y otra el país. Ahora cuando las únicas medidas para enfrentar la crisis que se avecina por la caída de los precios petroleros, es la prohibición de celebraciones en los organismos oficiales y la disminución del cupo de dólares para los viajeros, parece no existir ninguna disposición presidencial para adecuar sus caprichos a la crisis. Con seguridad, mientras los venezolanos tienen que limitar sus gastos y salidas a 2.500 dólares por año, el presidente seguirá dándose la buena vida, trotando en las playas de Ipanema o de la Muralla China. Como diría Orwell en La Rebelión de la Granja, en una revolución todos son iguales, pero ciertamente hay unos más iguales que otros.