miércoles, 9 de junio de 2010

ENTRE TORTAS Y CONTAINERS


Esta semana estuve un poco alejado de la política nuestra de todos los días. Una pequeña investigación en una empresa de alimentos desvío mi atención, así que en lugar fisgonear en la prensa e Internet buscando noticias que alimentan este blog, me dedique, armado con un reloj y un termómetro a medir las temperaturas que alcanzaban unas tortas cuando éstas quedaban a la intemperie. El tema era respetar lo que los ingenieros de alimentos llaman la cadena de frío, y que es la garantía que la comida llegue fresca y en las mejores condiciones sanitarias a los consumidores.
Hay varias razones por el celo de esta empresa por mantener la cadena de frío, entre ellas podemos nombrar la razón muy humana del orgullo que sienten estos empresarios amigos por sus productos, por lo que no pueden permitirse que su sabor, aroma y presentación lleguen deteriorado al comensal. Pero por otra parte, porque los alimentos dañados tienen consecuencias económicas en toda la cadena del negocio. Si los problemas de calidad del producto llegan a ser notorios, la marca se afecta y la empresa pudiera hasta quebrar, dejando sin ingresos a sus socios y a trabajadores. Tortas dañadas tienen por tanto sus consecuencias inmediatas en pérdidas para la empresa y ganancias para los competidores. De tal manera que si alguna preocupación tienen los gerentes y directivos de la empresa es que las tortas se mantengan frías y para ello hacen importante inversiones en cavas, camiones con thermo king y procesos eficientes e higiénicos que minimicen su exposición al calor. Puedo dar fe, que están tratando de crear una cultura en la organización para que todos se involucren en mantener la cadena de frío.
Si la razón de ser de una empresa es la generación de lucro, deben cuidar la marca para que esta se mantenga a lo largo del tiempo. Las perdidas en el bolsillo de los empresarios son el primer indicador cuando las cosas no marchan bien. Los clientes son los primeros que alertan, con reclamos, o con abandos en la compra de los productos.
Se le podrán criticar muchas cosas al capitalismo, pero un empresario jamás abandonará y dejará pudrir alimentos, si de esto puede sacar un provecho económico. Solo en la revolución socialista es que es posible conseguir miles de toneladas de alimentos descompuestos en containers abandonados. La ética socialista se impone y el hombre nuevo comienza a tener rostro. Es que hay diferencias cuando un empresario hace negocio, a cuando lo hace un burócrata de la revolución socialista.

martes, 1 de junio de 2010

GIORDANI VISTO POR AYN RAND


A continuación copio extractos de la novela de Ayn Rand: El Manantial (Ed Grito Sagrado, 2005) y sustituyo el nombre Ellsworth uno de sus personaje por el de Jorge Giordani:
- ¿Qué deseas Giordani?
- Poder, Pete…dije que quería gobernar… el gozo no es mi destino, Gobernaré a ti, al mundo. Solo es cuestión de descubrir la palanca. Si aprendes a gobernar el alma de un solo hombre, puedes gobernar el resto de la humanidad… El alma es lo que no puede ser gobernado. Tiene que ser quebrada… hay muchas maneras… que se sienta culpable. Matar sus ideales y su integridad. Matar la integridad mediante la corrupción interna. Usar el hombre contra si mismo. Dirigirlo hacia un ideal destructivo de toda integridad. Predicar el altruismo. Decirle que debe vivir para lo demás… Dado que el ideal supremo está más allá de su alcance, al fin desiste de todo ideal, de toda aspiración, de toda noción de su valor personal… él estará contento de obedecer, porque no puede confiar en si mismo, se siente inseguro, se siente impuro. Este es su camino. Hay otro: destruir el sentido del valor humano. Destruir el sentido del valor humano. Los grandes hombres no pueden ser dominados. No queremos ningún gran hombre. No hay que negar la condición de la grandeza, hay que destruirla desde adentro. Lo grande es lo raro, lo difícil lo excepcional. Establece niveles de éxito posibles para todos, para los más ineptos, y detendrás el ímpetu del esfuerzo en todos los hombres, grandes y pequeños… Venera la mediocridad… Hay todavía otra manera: destruir por medio de la risa. Aprende a usarla como arma de destrucción, conviértela en burla…Aún hay otra manera, no permitir que los hombres sean felices…las personas felices no disponen de tiempo ocioso ni son de utilidad… de manera que debes destruirle la alegría de vivir. Quítales todo lo que sea grato e importante. Nunca le permitas que tengan lo que quieren. Hazle sentir que el mero hecho de tener un deseo personal es malo. Condúcelos a un estado en que el simple decir “yo quiero” no constituya un derecho natural, sino una admisión vergonzosa…Los hombres desdichados irán hacia ti. Te necesitarán. Irán en busca de consuelo, de apoyo, de escapatoria. .. Vacía el alma humana, y podrás ocupar su espacio… Todo sistema de ética que predicó el sacrificio tuvo un gran poder y gobernó a millones… la trampa ha funcionado durante siglos, pero aún hoy las personas siguen cayendo en ella”

Durante un tiempo pensé que Ellsworth, era un personaje de ficción, Giordani me hizo caer en la realidad.