domingo, 21 de septiembre de 2008

BENCHMARKING INVERTIDO


Para beneficio de quienes no conocen el término, benchmarking refiere a un proceso de mejoramiento que utilizan las organizaciones a partir de las mejores prácticas desarrolladas por otras empresas, con las cuales ellas se comparan. Las primeras experiencias ocurrieron en la década de los ochenta cuando los japoneses invadieron los mercados donde los americanos eran líderes, y llevó a éstos a tratar de imitar a los japoneses en cuanta cosas hacían. A alguien se le ocurrió que la razón del éxito japonés se encontraba en los círculos de calidad y comenzaron a pulular en las empresas americanas. Luego otra persona dijo que era la calidad total desarrollada por Deming, y se volcaron a realizar experimentos de calidad en sus negocios. Hasta que uno de ellos se dio cuenta, que el tema era copiar lo que alguien hacía bien y lo llamo Benchmarking.
El Benchmarking se convirtió junto con la reingeniería en la moda gerencial de los noventa. Conseguir la empresa líder de un mercado, adentrarse en ella, ver lo que hacía diferente y tratar de aprender, formo parte del quehacer gerencial y aún es utilizada por gerentes promotores del cambio y representa el pan de cada día de algunos consultores de gestión empresarial, siempre con el ánimo de conseguir el anhelado éxito empresarial.
En el caso de Venezuela, con algunas peculiaridades parece que Venezuela también desea utilizar el benchmarking, pero con algunas variantes. En lugar de ubicar las mejores prácticas, busca las peores. En lugar de imitar los ejemplos que han permitido hacer próspero a los pueblos, como Canadá, Suiza, Finlandia, Irlanda o Chile, buscan las experiencias que peores resultados han tenido en la prosperidad de los pueblos. Tomar como ejemplo la experiencia soviética o cubana, la Bielorrusa o la Iraní adaptada al peculiar estilo de la revolución venezolana, que si no causa más daño es por la ineficacia de sus ejecutores.

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