viernes, 29 de junio de 2007

Tiempo de amar, tiempo de temer



De acuerdo a la máxima Maquiavélica los políticos deben o ser amados o ser temidos, y dadas las dificultades de los políticos para permanecer amados por largo tiempo, la sugerencia hacia los príncipes era que buscaran ser temidos. En la reciente campaña electoral, y luego de un comienzo incierto, al entonces candidato presidente, le toco cambiar su estrategia de campaña, donde se mostraba una persona candida, bucólica, poeta y jugador. Su énfasis fue el amor. Enternecer y quitarse la imagen del feroz mandatario, que siempre amenazante busca acabar con cualquier disidencia con su pensamiento u obra.


A decir de los resultados electorales, la estrategia fue a todas luces exitosa. Aunado a esta estrategia, las debilidades organizativas de Rosales, y la incapacidad de elaborar una propuesta de inclusión social, que ofreciera algo más que una redistribución más justa de la renta petrolera, llevo a una importante victoria del candidato presidente. A partir de ese momento, el presidente reelecto se sintió con la vía expedita para exponer su agenda de cambio. Solo que a diferencia de las veces que resulto electo en el año 1988 y en al año 2000, los cambios que procura, no parece contar con las simpatías de la población.


El centro de su propuesta es la creación de un estado socialista, con períodos largos de gobierno, reelección indefinida, mayor centralización del poder, mayor control de la actividad privada en el poco espacio en que esta pueda desarrollarse, ejercito partisano, en fin, como tanto se ha temido, un remozamiento de los regímenes totalitarios adaptado a las nuevas circunstancia del entorno mundial.


A la opinión pública no parece favorecer al nuevo proyecto de país. Los temores de una propuesta autoritaria y hegemónica, tendrá su concreción en la reforma constitucional. El problema será entonces como aprobarla en un ambiente que dista mucho de ser el existente en los años 1999, año en que se aprobó la Asamblea Constituyente y la nueva constitución o la del año 2000, en que fueron relegitimados todos los poderes.


Si se recuerda para que la constitución de 1999 fuera aprobada, el estado tuvo que consagrar una cantidad de derechos. Si estos fueran más allá de la letra de la constitución y se plasmaran efectivamente en políticas eficaces, el Estado estaría quebrado. De allí que avanzar en derechos constitucionales y al mismo tiempo respetar las creencias de la gente acerca de lo que es una democracia, no parecen posibles, en la nueva propuesta constitucional. Así que parece igualmente difícil, comprar cuotas de poder a cambio de derechos y prebendas, como en el año 1999.


Lo que se impone, por tanto, será la política del terror. El Presidente ya hizo alusión que pronto se iniciará la etapa jacobina de la revolución. Cabe esperar un mayor hostigamiento a la población, mayores amenazas y utilización del poder del estado. El gobierno se la jugará toda en esta nueva reforma constitucional, y mucho se debe esperar que respetara poco las formas democráticas para imponerla.


Quizás haya que recordar que Robespierre, a tanto de mandar a la gente a la guillotina al frente del Comité de Salud Pública, terminó igualmente decapitado.

martes, 26 de junio de 2007

Mataos los unos a los otros


Venezuela ocupa el dudoso honor de ser el país más violento de América Latina, desbancando de ese sitial a países con larga tradición como Brasil y Colombia. Por más que un ministro que nunca ha sido capturado en una mentira como Carreño, lo diga, los índices de muertos por homicidios, no tienen nada que envidiar a países con graves conflictos internos como Irak.

La mención de Colombia en el párrafo anterior no es casual. País que se convirtió en el reino del “sicariato”, donde los carteles de la droga parecían haberse adueñado y haber impuesto su reinado de terror, poco a poco ha ganado terreno frente a las actitudes belicista de guerrilleros, paramilitares y puesto a raya a los narcotraficantes.

Pero la guerra al hampa en Colombia, no solo ha sido un logro de las políticas nacionales impulsadas por Uribe. Quizás más importante que los infructuosos acuerdos de paz, han sido las políticas públicas que en aras de la seguridad ciudadana se han implementado a nivel local. Ciudades famosas por sus escenas de violencia, como Bogotá y Medellín hoy mantienen unos niveles de criminalidad controlada, para alivio de sus conciudadanos y visitantes.

Quizás entre el conjunto de políticas más importantes implantadas en la nación vecina se encuentra el desarme de la población. Sin ciudadanos armados, la posibilidad de utilizar armas para atracar y matar disminuye notablemente.

Como no es de extrañar, con un gobierno que avanza en sentido contrario a la historia, los recientes discursos del líder de PSUV y también Presidente de la República, proclama la necesidad de una policía popular, de un ejército popular y sueña, como refirió en un reciente discurso, con que cada venezolano posea un fúsil, mientras invita a los Consejo Comunales a cumplir labores policiales debidamente armadas. Con estas políticas públicas promovidas desde Miraflores, seguramente pronto accederemos al sitial de honor entre los países más violentos de nuestro planeta.

miércoles, 20 de junio de 2007

Revocatorios, si como no



Una de las grandes falacias del régimen imperante es la falaz utilización de la democracia “participativa” o directa. Si bien es cierto, que en la carta magna se introdujeron mecanismo para hacer posible la toma de decisiones por parte de los ciudadanos y no a través de sus representantes tradicionales, esto no pasa de ser letra muerta en los siete años de vigencia del texto constitucional.


No hay reglamento para las Asambleas de Ciudadanos y las que ocurren, se encuentran bajo el patrocinio de alguna autoridad política, quien las manipula para que estas sean acorde a sus intereses y no del soberano. Otro tanto ocurre con los famosos referéndums, de los cuales tenemos consultivos, aprobatorios, abrogatorios y revocatorios. De los tres primeros sabemos que no se ha activado ninguno. Por cierto se perdió una oportunidad dorada de someter a consulta popular la renovación de las televisoras, a las que según el gobierno se les vencieron su vigencia el pasado 27 de mayo. De los referéndums revocatorios se puede decir otro tanto, luego de ser saboteado la solicitud del revocatorio presidencial por casi dos años por el órgano electoral, al final sirvió para generar una terrible duda sobre la parcialidad del CNE y haber generado la famosa lista Tascón, instrumento propio para amedrentar ciudadanos, a la cual son muy afectos los regímenes autoritarios.


Este fin de semana volvimos a presenciar otra farsa de la parodia participativa. Ciento de autoridades a quienes se les solicito iniciar el proceso, decenas de ellos salvadas por incumplimiento de formalidades, los otros que fueron a la consulta disfrutaron las mesas vacías, luego de que nadie llamara a participar, en un juego de si tú no me revocas, yo no te revoco, sin publicidad y en un día del padre. Muy participativo, como puede verse. Este fin de semana, si de ganador se trata, seguramente habrá que buscarlos en los proveedores de servicios del ente comicial, quien cuenta en millardos el espectáculo electoral venezolano.

domingo, 10 de junio de 2007

La lucha es por valores


Cuando la visión del mundo imperante es la lucha de clase, sencillamente la política es un territorio de conflicto. Lo importante es la toma territorial y el sometimiento de los opuestos. Dentro de esa concepción no hay negociación, ni diálogo. En la arrogancia del poder creen contar con el monopolio de los valores, que intenta imponer a la sociedad a trocha y mocha.

En esa visión sesgada, no pueden entender el disenso sino como una manifestación de oscuros intereses, en contra de la pureza que creen representar. Cuando el ser humano no se adapta a su estrecha visión del mundo, inventan lo del hombre nuevo. Como si fuera el Mundo Feliz de Adolf Huxley, si los hombres tienen creencias distintas a las elites del poder, sencillamente hay que imponer o crear al hombre que coincida con esos “ideales”. En el fondo lo que existe es una farsa totalitaria, pues los valores solo están representados en el líder de la revolución, para quién solo hay devoción como representante de la verdad y a quien se le deberá obediencia, mientras la revolución exista.

En este sistema de creencia, es incomprensible que los estudiantes puedan pensar distinto. Si ellos poseen la verdad y alguien no la acepta, pues se apela a su inmadurez y se asumen fácil presa de la manipulación de las fuerzas del mal, que desde el Norte, no pierden pisada de la luces de esta tierra.

Entiendo que el gobierno no entienda. Es comprensible bajo los dogmas que nublan su comprensión de la realidad. Los estudiantes protestan que se use el poder del Estado para callar una voz disidente, para amedrentar y someter a una sociedad. Dan cuenta que en democracia no se puede estar bajo el poder de un solo hombre, de quién lo aceptan como gobernante dado el resultado democrático, pero que exigen que gobierne bajo el estado de derecho y las garantías democráticas donde todos debemos tener libertad para expresar sus ideas. El gobierno no cae en cuenta, que la lucha estudiantil no es por el poder, sino por sus valores.

domingo, 3 de junio de 2007

Laureano y el Hermano Cocó


Sin duda que en las relaciones trabajadores patronos pueden existir desavenencias. Por lo general, a pesar de los objetivos comunes que pueden existir y la conveniencia de la partes en mantener la relación, el trabajador y el dueño de la empresa tienen sus diferencias particulares muy marcadas. En muchos casos, los intereses de la empresa o alguna discrepancia con los socios o gerentes, la obligan a prescindir de algunos trabajadores. Con seguridad muchos de ellos creerán que su salida puede ser injusta y cualquier inconveniente en la vida estará marcada por el sino del momento del retiro.

Todo estamos expuesto a sufrir accidentes en nuestras vidas. La perdida del trabajo es uno de ellos. El tema es como afrontar las situaciones adversas y salir adelante, utilizando para ellos los dones que cada uno posee.

Me permito comparar el caso de dos figuras de la Radio Rochela de los noventa. Por motivos que desconozco, en algún momento y por alguna razón, justa o injusta, tuvieron que salir del canal de Bárcenas los actores Laureano Márquez y Pedro Soto, mejor conocido por su alias “El gato” y celebre por el famoso sketch del Hermano Cocó. Imagino que fueron momentos duros para este par de actores y como todos somos humanos, algún resentimiento pudieron tener contra el canal.

Saco a colación la actitud de ellos ante las circunstancia del cese de las transmisiones de esta planta televisiva. Mientras Laureano pudo echar hacia adelante, gracias a su creatividad, ingenio y disciplina en el trabajo y es hoy uno de las mentes más lúcidas del humorismo nacional, El Gato cayó en el anonimato, hasta el momento en que la Asamblea Nacional ofrecía su apoyo al Presidente por el cese de las transmisiones del canal donde ellos se formaron.
La diferencia es evidente. Mientras la persona que vale y no necesita de terceros para ser exitoso, mantiene una posición digna ante el cierre de RCTV, el mediocre denigra de sus orígenes y se vende a cambio de un puestito, en un programa dizque cómico llamado “Telepavoso” en la nueva emisora del Estado, que debería en honor a la verdad, ser el nombre, no del programa, sino del canal.

sábado, 2 de junio de 2007

Celebrando el sufrimiento


Hace algo más de un año, Miami era una fiesta. Los cubanos residentes en Florida celebraban la salida (hasta ahora temporal) de Fidel Castro de la Presidencia de Cuba por motivos de salud. Muchos festejaban porque pensaban que estaba muerto. Ciertamente no debió ser grato para los familiares y simpatizantes del Dictador de La Habana este jolgorio. Confieso que para mi tampoco lo fue. Cuando su deceso ocurra, respetare el duelo de los familiares y con calma, esperaré el tránsito de Cuba hacia la Democracia. Ciertamente bien lejos de mis sentimientos la frase de “bien hecho”, con que la gente se regocija del sufrimiento hacia alguien que siente merecerlo.

Me remito al domingo pasado, día del cumplimiento de la sentencia. A pesar que había hecho intenciones de no ver el fusilamiento, no pude evitarlo. Ese día pude entender porque las ejecuciones tienen cierto atractivo, aunque sea para sufrir solidariamente con el condenado. Las imágenes iban desde la tristeza que se respiraba en el canal de Bárcenas y la alegría con que unos pocos seguidores del Presidente celebraban el cese de las transmisiones de RCTV. Primero en la Plaza Morelos y luego ocupando el aforo de algo más de 1000 personas del Teresa Carreño.
Ciertamente no se puede comprender la alegría por el sufrimiento ajeno. Con el cierre del canal de Televisión, o incluso si éste se mantuviera en el aire, como productora de TV y vendiera su programación al aire y pudiera conectarse con el cable, el redimensionamiento de la emisora, significará el cese de la relación laboral para miles de personas. Y no todas oligarcas. En ellas se encuentran electricistas, camarógrafos, utileros, carpinteros, secretarias, recepcionistas, mensajeros, actores y periodistas noveles y no tan noveles, pero que dependen de su sueldo de Televisión para llevar comida a sus casas.


Estoy seguro que los que celebraban el domingo, estarían indignados cuando un año atrás veían a los cubanos exiliados riéndose de la muerte del Dictador. Al igual que ellos, se alegran por la destrucción y el drama de las familias que pronto serán desempleadas. Todos sabemos que no celebraban el nuevo canal sino el cierre de RCTV. Distinta y gallarda la actitud de Pablo Medina, quien en un programa de TV el día 12 de abril del 2002, advertía a un entrevistador, que si bien había motivo para celebrar la salida de Chávez del poder, había medio país en duelo, a quienes se tenía que respetar.


Es la celebración del que se jodan los escuálidos, cada vez que el presidente notifica que la transmisión será en cadena nacional. La arrogancia, es la nota que más suena en esta rapsodia gubernamental


Reconozco estar de duelo. El domingo perdí un país libre. Ya sabemos que en Venezuela, la vida de cualquiera depende de la decisión de un solo hombre, que por cierto el miércoles siguiente en cadena nacional reía y se burlaba del llanto de los trabajadores de RCTV.