martes, 28 de octubre de 2008

LOS SUPUESTOS FALACES DE ALI


Una de las tareas del gobierno es tratar de predecir el futuro a fin de tomar las previsiones y como dicen por allí, no les agarre el resfrío sin pañuelo. Por ejemplo todos los años comienza un período escolar y por tanto hay que sacar cuentas de cuantos pueden ser los estudiantes que habrá que atender durante el año. Para eso se usan los cálculos de crecimiento poblacional que en Venezuela genera el INE. Otro tanto ocurre en el sector salud; utilizando series de tiempo, se puede estimar el número de enfermos que requerirán de atención médica el próximo año. Si conozco el número de hogares y de establecimientos comerciales y a través de la ley de los grandes número y el uso de promedios, puedo establecer la demanda eléctrica y prever la capacidad de generación. Si a estos datos les agrego los costos, tengo lo que se conoce como el presupuesto de gasto.
Sin embargo, a pesar de contar con todo un bagaje de fórmulas y todas las herramientas de simulación, el futuro es por definición incierto. Por tanto es de uso común, que haya un estudio de variaciones entre lo proyectado y lo que realmente ocurrió, se creen escenarios, donde los planificadores prevean varios posibles futuros y tenga a mano acciones para cuando alguno de éstos ocurra.
En este contexto escucho los supuestos de ingresos del actual Ministro de Finanzas, donde estima que la República venderá 3,5 millones de barriles diario de petróleo a 60 US$, con lo cual el gobierno piensa que el mundo capitalista seguirá gozando de buena salud. Como soy curioso reviso la página de la OPEP. Venezuela, de acuerdo a esa fuente, vendió para septiembre la cantidad de 2,326 millones de barriles diarios. Señor Ministro, explíqueme que herramienta utilizó para que en un mundo en recesión, con la OPEP acordando reducción de cuotas, estima que Venezuela venderá más de un millón de barriles diarios sobre lo que vende hoy. Por favor, necesito esa herramienta para mis alumnos de políticas públicas. Su futuro se lo sabrá agradecer.

lunes, 20 de octubre de 2008

MILLI VANILLI CANTAN EN VALENCIA


Bajo una cuidadosa producción y mucho dinero los fabrica, los ponen a cantar y a bailar frente a una multitud fervorosa que espera con ansiedad la lavadora, la plancha o la bolsa de comida. Lo disfrazan de rojo porque ese es el color del espectáculo y se presentan en los alrededores de la monumental acompañados de grupos reales de vallenato, reggaetón y hip hop, aderezado con cerveza, que aparece gratuita para el deleite de los asistentes.
Todos prometen pagar el espectáculo el 23 de noviembre haciendo la respectiva cola en el centro de votación. Cantan y bailan con cuidadosa preparación. Horas de ensayo para que no se equivoquen con los pasos de baile y que mantengan la exacta sincronización entre los sonidos y la gestualidad vocal.
Milli Vanilli cantan a través de los anuncios publicitarios pagados y en la radio cuando no pueden esconderse mandan a que hablen por ellos sus dobles. Páginas enteras en los medios impresos y música de gaita en la radio. No atienden entrevistas, ni en la radio y mucho menos en la televisión, no vaya a ser que les pida que canten y se descubra que a capela sus voces suenan desgañitadas y desafinan. Las finanzas de sus negocios le permiten contratar la costosa producción, comprando los servicios profesionales para los cuales siempre podrán realizar una oferta que será muy difícil de rechazar.
Pero la verdad siempre se descubre, la danza de millones con que empujan sus campañas, cuentan con el freno de la conciencia social, que quiere ver que hay detrás de las bambalinas. Al final la gente quiere escucharlos cantar sin playback, que no son solo portadas de discos, que demuestren que detrás de esas campañas multimillonarias en lugar del amor a Valencia, lo que existe es sencillamente la búsqueda del retorno a la inversión y posteriormente echarle mano a la riqueza petrolera de Venezuela.

LA CRISIS DE LAS BOLSAS EN VENEZUELA


Como ya es tradicional en la Venezuela actual, toda situación que ocurre es analizada de acuerdo a la postura política de quien analiza el hecho. No podía ser menos con la caída estrepitosa de las bolsas de valores en el mundo. Por el interés de la noticia, los periodistas auscultan la opinión de los expertos, para determinar cuales pueden ser las consecuencias en el país, y como es de esperarse, si la persona que es interpelada es muy roja, dirá que ese es un problema del capitalismo, que Venezuela esta inmunizada, que las medidas tomadas por el Presidente permite que Venezuela surja como potencia mundial como abanderado del socialismo del siglo XXI. Pero si el requerido es un economista vinculado con la oposición política, verá un futuro negro en los próximos años, gracias por supuesto a la improvisación y erradas políticas del gobierno en materia económica, que nunca supo prepararse para esta contingencia.

Como creo entender la verdad se encuentra entre dos aguas. Por un lado, hay que tener en claro que Venezuela es un país etiquetado como “monoproductor”. Es decir que la casi totalidad de sus ingresos es por la venta de un solo producto, petróleo. En este contexto hay que considerar que a pesar de los altos precios petroleros que se mantuvieron en el año hasta que irrumpiera la crisis, Venezuela vivió con un precio de venta estimada en US$ 36 el barril. Las estimaciones presupuestarias para el próximo año rondan por los US$ 40, por lo que puede soportar medianamente una caída abrupta del precio petrolero.

Ahora bien, en que ha usado el gobierno lo ingresos no presupuestado. Por una parte alimenta las reservas internacionales, pero otra es usada discrecionalmente por el presidente de la República a través del FONDEN y de los gastos de PDVSA. En el caso que el precio del petróleo caiga a los niveles estimados en el presupuesto, se afectarán solamente los gastos no presupuestarios de la República, entiéndase ayudas a países, compras de armas y otros caprichos.

Pero no puede dejarse de lado el escenario que el precio del barril petrolero caiga por debajo de esa banda de precio, en ese caso perderé mi condición de opinante equilibrado y comenzaré a pensar como el más recalcitrante economista que apoya a la oposición.

martes, 7 de octubre de 2008

NEOPOSITIVISMO Y ORDENACION TERRITORIAL


Como algunos de mis lectores conocerán y seguramente mejor que yo, las consecuencias políticas del positivismo, corriente filosófica que surge en el siglo XIX y que tiene como planteamiento fundamental que el único conocimiento válido es el que proviene de la investigación científica, es que sencillamente solo pueden gobernar quienes posean este conocimiento. El positivismo en Venezuela camino de la mano de Juan Vicente Gómez bajo la tutela teórica de Laureano Vallenilla Lanz con su libro Cesarismo Democrático quien claramente exponía que en Venezuela no podría haber democracia, mientras el pueblo no fuera educado en la ciencia, por tanto y para el bien de ellos, tenían que calarse a su dictador.
En una discusión que tuve en días pasados, plantee que la tesis marxista era fundamentalmente post-positivista. Solo que en este caso, el único que sabía lo que iba a pasar en el planeta, no eran los científicos, sino Carlos Marx, quien se convirtió en una especie de guía espiritual de la nueva era, bendecido al igual que el Papa, por el don de la infabilidad. Los regímenes llamados comunistas, no podían permitir democracias representativas, puesto que para el bien de la gente, el poder tenía que estar en el Partido y en las directrices de los exegetas marxianos que interpretaban lo que había querido decir el profeta cuando escribió “La Contribución a la Crítica de la Economía Política”.
La Ley de Ordenación del Territorio sigue la línea del positivismo racionalista. Existen personas iluminadas que son los únicos conocedores de nuestro destino. Al igual que los testigos de Jehová y los milenaristas, habla de una edad plateada y otra edad dorada. Esto indica que la ley nace una inspiración profética. En el proyecto de ley se establece que el mejor uso de los suelos lo sabe alguien del régimen y por tanto debemos acatar las directrices de los iluminados quienes dictaminarán donde hay que sembrar papa y donde yuca; o donde vender fotocopias y donde pollo en brasa. Y los gobernadores y alcaldes, pues bien gracias, ellos al no poder acceder al conocimiento oculto de las oficinas del MINFRA tendrán que calarse, como diría Laureano Vallenilla, a sus Autoridades Regionales.