jueves, 30 de septiembre de 2010

VOTO CASTIGO


Muchas cosas que comentar a partir de las elecciones del domingo, pero poco espacio. Victoria en el voto popular, pero solo el 40% de diputados. Solo la magia de la reingeniería electoral evitó que las fuerzas políticas se encuentren equilibradas en la nueva Asamblea Nacional. La alternativa democrática debe celebrar el triunfo, porque los objetivos de manera realista planteados fueron cumplidos. La Mesa de la Unidad Democrática con calma y paciencia pudo lograr que las metas se lograran. La unidad perfecta representó el mayor de sus logros. Que pudieron haber escogidos mejores candidatos, cierto; que debieron haber realizado más primarias, también, pero lo perfecto es enemigo de lo bueno. Las lecciones están allí. Pero no todo fue haber logrado la unidad, existió una maquinaria electoral presta para la defensa del voto. Un liderazgo ponderado, paciente y de carácter, que hablaba poco, pero que cada vez que hacía uso de su voz se hacía sentir. El otro acierto, fue durante la campaña, haber sacado de la agenda el tema de los programas sociales y haber apuntado sobre las deficiencias del gobierno, fue fundamental.
Pero evidentemente si algo afectó los resultados, fue el propio gobierno: Crisis económica, inflación y estancamiento económico con la consecuente caída del consumo. Crisis de seguridad, el cual no ha sido atendido en 12 años de gobierno. Crisis de servicios públicos, con paralizaciones frecuentes en el servicio eléctrico y en racionamiento y mala calidad del servicio de agua. Corrupción e ineficacia gubernamental, puesta en evidencia en la pérdida de calidad de las misiones y el caso de Mercal. Discriminación política y división de los venezolanos a partir del discurso presidencial. Ataque a la iniciativa empresarial y a la descentralización. La gente no quiere un gobierno que lo conduzca al comunismo, así sea llamado con otro eufemismo, sino que resuelva los problemas.
Para el gobierno: Dos vías de cara al 2012, radicalizar el proceso, acentuando las reformas no democráticas como la ley de comunas, arrinconar a la oposición y arreciar contra la empresa privada, aumentar el apartheid político y el fanatismo de su militancia; o moderar su accionar y permitir que la libre iniciativa de las personas eleve su bienestar complementado con sus programas sociales focalizados y acciones políticas de dialogo y conciliación y centrándose a resolver los problemas como cualquier gobierno. Sonará descabellado, pero para que Chávez se recupere, debe dejar de ser Chávez. ¿Se lo aceptará su gente?

1 comentario:

osdalis vera dijo...

Estimado Yvan: Creo que tu artículo termina con un "cierre" lapidario y contundente..¿Aceptarán los seguidores de Chávez a un líder ponderado, respetuoso y conciliador?..Yo creo que no!! Chávez es como "ellos", así lo sienten, y una de las cualidades que más le admiran es su irreverencia, intempestividad y su actitud siempre desafiante.. Es como la frase "Nos tocó ahora a nosotros" , y Chávez es uno de "ellos"; así lo sienten.La salida probable, pero poco real, sería el surgimiento de otro lider que en el imaginario popular se coloque por encima de la lógica racional, para que tenga alguna posibilidad de romper los lazos miticos-heroicos-religiosos que mantiene y alimenta Chávez con quiénes lo siguen. No vislumbro en el mediano plazo un líder con dichas características.
Atte: OSDALIS VERA