BITACORA DE CAMPAÑA II

Paseo por Valencia observando los afiches de la campaña electoral. Ya Cocchiola no aparece solo apoyado por el Alcalde de San Diego. Ahora son varios los partidos de oposición, que no desean que “Cuentas Claras” sea el partido favorecido del único candidato nominal de Carabobo que tiene la alternativa democrática asegurada. La pelea en el circuito 3 es por sacar la mayor tajada del sentimiento antichavista que aflora en esta circunscripción.
En los otros circuitos, la oposición tiene menos despliegue. A los candidatos no lo apoya la Unidad sino su partido de origen. Es Prove y la figura del gobernador quien aparece en los afiches en toda la geografía del estado. Su oferta electoral fundamental “que bajen los recursos”, para que puedan ayudar desde el gobierno regional. La tarjeta de Por mi pueblo promociona a Tulio Salvatierra y Un Nuevo Tiempo a Ylidio Abreu en Puerto Cabello. La unidad lograda no se ve en la campaña. Al final, no se sabe si es más importante sacar más diputados que el Psuv, o que Ad saque más votos que Copei o que Prove más votos que Cuentas Claras, o viceversa. Reconozco no saber si la competencia entre los partidos de la Unidad contribuirá a sumar independientes o por el contrario a canibalizarse entre ellos.
La campaña de la Mud, toma un receso dada las críticas recibidas al slogan de “Pa´ que coja mínimo” y la mala factura de sus propagandas televisadas, lo poco que he escuchado en radio, parece mejor enfocada. Reviso su website, se pueden descargar los diseños publicitarios, pero son tantos slogans que no logro recordar alguno. Por esta vía, los partidos seguirán haciendo sus cosas solos.
Desde el lado oficial el guión no varía mucho a lo visto en elecciones pasadas. La campaña publicitaria por un lado, el discurso presidencial por otro. El Pueblo pa´la asamblea. Algún desprevenido pudiera preguntarse ¿y no es que ya estaba? El ventajismo oficial, con las televisoras del Estado transmitiendo al presidente montado en un camión con los candidatos del Psuv. El rector Díaz trata de ponerle coto a tanto abuso, y lo que recibe es un regaño público de su colega presidente. Al ponerse en el tapete el tema de la seguridad, el gobierno reacciona con operativos policiales y militares (presumo que es flor de un día). Para tratar de retomar el tema social inventa la tarjeta del buen vivir. Como política pública tiene muy poco alcance. Para ser beneficiario tiene que estar en una nómina del Estado y su uso sería limitado en los abastos bicentenario y en la red mercal, algo que ya se había inventado en las instituciones feudales, el señor pagaba a sus siervos con fichas que solo valían en sus abastos abastos. El presidente desmiente, inventa Es solo para el consumo necesario, con lo cual persiste en la tesis paternalista, donde el estado “conoce” lo que la gente necesita y lo que es “consumismo”. Como a los niños hay que cuidar a la gente en como gasta su dinero. Electoralmente, debrá correr el mismo fin de la tarjeta Mi negra que fuera la principal promesa de la campaña presidencial de Manuel Rosales, aquella que el mismo Chávez declarara como el non plus ultra del populismo.