miércoles, 21 de mayo de 2008

UNITARIAS O MAYORITARIAS (I)


Vuelvo al tema de la unidad. Existe la falsa creencia que si la oposición no se une, va directa al fracaso en su pelea contra el régimen. Como en algún momento señalé esto no es cierto en todas partes. En Chacao, ni con cuatro candidatos opositores con oportunidad pierde la oposición. La unidad en ese municipio es algo simbólica, más para conectarse con el perfil político del vecino por su peculiar realidad política.

En los estudios cualitativo realizados por mi empresa a través de Focus Group en diversos lugares de Venezuela se encuentra que el requerimiento de unidad al final, es básicamente compartida por la población opositora. La gran mayoría del país, por su parte no esta pendiente sobre si se unen o no. Su demanda fundamental es otra: Ocúpate de Mí, no de Chávez.

El tema es que los candidatos que se han lanzado en la búsqueda del candidato unitario, al final tienen una sola intención derrotar al régimen en cuanta elección haya, lo cual por supuesto es un objetivo políticamente legítimo, pero que si no se maneja de manera prudente puede generar problemas donde el caso Liliana – Grateron en Chacao, sería apenas la punta del Iceberg.

En primer lugar los procedimientos.

Se plantea que los partidos firmantes del pacto del 23 de enero presenten sus candidatos y definirán el mecanismo de elección del quien será finalmente postulado. Si no existe un acuerdo entre ellos, se realizarán unas encuestas para nombrar al mejor posicionado. En Venezuela, encuestadoras con prestigio en el campo electoral no superan las 10. Si se toma en consideración que existen más de 20 gobernaciones y de 300 alcaldías, que por su parte muchas de estas empresas, ya están comprometidas con partidos y candidatos, si además se toma en cuenta que para cada circunscripción debe al menos realizarse dos encuestas para evitar dudas sobre la parcialización o competencia de algunas de las firmas, y si para cada municipio se requiere que al menos se entrevisten cuatrocientas personas, tenemos un problema realmente grave, y es que no existe capacidad de procesamiento para satisfacer tal demanda de información, si no se quiere correr riesgos.

Pero además, que hacer con los candidatos más favorecidos, pero con techos electorales (aceptaran estos candidatos que ganaron pero que perdieron), y si las dos encuestadoras muestran resultados distintos, y en caso de empates técnicos. Ciertamente, como en muchos casos el camino al infierno esta empedrado con las mejores intenciones.

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