martes, 7 de julio de 2009

LEDEZMA Y BOBBY SANDS


Corría el año 1981, en pleno fervor de las luchas nacionalistas del Ejército Republicano Irlandés para conseguir la separación de Irlanda del Norte de la Gran Bretaña. A los paramilitares irlandeses detenidos en las cárceles británicas les había sido negado el estatus de prisioneros políticos y eran tratados como delincuentes comunes. Bobby Sands eran un miembro de los grupos rebelde que desde la prisión peleó para que se le concedieran este fuero y para ello iniciaron varias acciones de protestas, como usar ropa común en lugar del uniforme o negarse a limpiar sus excrementos.
Ante los oídos sordo de las autoridades británicas del gobierno encabezado por Margaret Thatcher radicalizaron sus protestas y el primero de marzo Bobby Sands decide iniciar una huelga de hambre con las siguientes demandas: el derecho a tener el estatuto de preso político, no llevar uniforme carcelario, derecho a no trabajar en la cárcel, derecho a relacionarse libremente con otros prisioneros, derecho a organizar su propio tiempo libre y el derecho a recibir una visita y una carta por semana.
Luego de 66 días de iniciada la huelga, Sands muere sin que fueran aceptadas sus demandas por el gobierno británico. Junto a él murieron 9 prisioneros más que se habían unido a la huelga, sin que el gobierno británico diera su brazo a torcer. Sin embargo la muerte de estos presos, significaron una gran presión para el reinado. El cortejo fúnebre de Sands fue acompañado por más de cien mil personas y las posiciones del Ejército Republicano Irlandés se recrudecieron, usando como símbolo de la inmolación de Bobby. Finalmente en 1999, irlandeses y británicos pudieron firmar la paz, con el reconocimiento de los principales grupos étnicos y gobiernos de coalición protestantes y católicos.
La historia de Bobby la traigo a colación por Antonio Ledezma. El alcalde metropolitano acaba de inicia una huelga de hambre ante la sede de la ONU. Sus reclamos responden al deseo del trato igualitario que uno espera en un país que se erige como democrático. Sus demandas son específicamente cuatro: Entrega de los recursos económicos para cancelar los salarios de los trabajadores de la Alcaldía Metropolitana de Caracas, detener el desmantelamiento de esta institución por parte del Gobierno Nacional, que la OEA designe una Comisión de Alto Nivel que se traslade a Venezuela a observar la grave situación por la que esta atravesando la democracia de nuestro país y como es violada la Constitución Nacional y que se verifique como el Gobierno nacional y el resto de los representantes de los poderes públicos se burlan de la Soberanía Nacional.
Como toda lucha política la táctica sigue al conocido juego de la gallina que practicaban los pandilleros americanos en la década de los 50 del pasado siglo. Para ganar hay que forzar que el otro se rinda, pero un error de cálculo, puede afectar el resultado con consecuencias no deseadas para ninguno de los bandos. No pienso que Ledezma desea inmolarse y al gobierno tampoco le interesa que eso ocurra. Pero Ledezma hará muy mal si abandona la huelga sin haberse cumplido los objetivos y el gobierno demostraría debilidad si acepta una comisión que juzgue la democracia de un país. En lo particular pienso que en algún momento el gobierno nacional hará las erogaciones para pagar la nómina de la Alcaldía Mayor, Por otra parte, la OEA, cuando deje de mirar a Honduras, podría mandar una comisión a Venezuela, si esto no afecta los planes reeleccionistas de Insulza. El desmantelamiento de la Alcaldía Mayor ya se produjo. Pudieran decir que ya la jefatura de Caracas, ya tiene las competencias legales correspondientes. Si se mantiene la posición de inflexibilidad del gobierno y la OEA se sigue haciendo de la vista gorda en Venezuela, será capaz Ledezma de llegar tan lejos como llegó Bobby. Para suerte de todos ni Venezuela es un país de mártires irlandeses, y al final nuestros gobiernos tampoco son tan inflexibles como la de la dama de hierro. Esperemos que sea la historia de Venezuela la que se repita y no la de Bobby.

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