jueves, 16 de agosto de 2007

Grisham y la reelección indefinida



Ciertamente ignoro si el presidente gusta de los thriller. Ignoro si libros de autores como Sheldon o Puzo hayan pasado por sus manos y si sus ojos hayan posado por sus letras. Por el tono de sus discursos, ciertamente no parecen ser esos sus gustos, igualmente el tono comercial de estos libros, especialmente escrito para la clase media americana. De estos escritores de Best Seller, que seguramente nunca ganaran un Nobel pero si muchos dólares, se destaca un abogado, que después de sacar cuentas, decidió seguir la carrera de escritor, se trata de Jhon Grisham. Uno de sus libros es El Jurado.

Un joven llamado Nick quien tiene una cuenta pendiente con una empresa tabacalera, logra infiltrarse como jurado en un juicio que se sigue contra una de estas empresas a quien una viuda acusa de haber asesinado a su esposo fumador. Nick se encuentra al final de presidente de jurado. Al sacar cuentas de la intención de voto del resto de sus colegas, descubre que la mayoría esta dispuesta a favorecer a la empresa, y no pagar la indemnización que el considera que le corresponde a la viuda. Discuten si la empresa debe ser condenada o absuelta y al verse en minoría cambia el tema, y pregunta por el monto con el que debería indemnizar la empresa a la viuda si fueran encontrados culpables. En seguida la discusión discurre por otros senderos. Ya la pelea es por unos dólares más o unos dólares menos. Implícitamente, la tabacalera está condenada.

A la espera de la propuesta de reforma constitucional, Chávez suelta algunos tips. Da por sentado la reelección indefinida, que claramente no cuenta con apoyo popular. Pero embiste contra gobernadores, alcaldes y partidos de la alianza, porque si hay reelección es solo para el sólito. Que se olviden gobernadores y alcaldes que la propuesta no es para ello, y en este caso lo que es bueno para el pavo, no es buena para la pava.

Al día siguiente ya no se discute la pertinencia de la reelección indefinida, sino si esta debe ser reducida al presidente o incluir a todos los cargos electos. La reelección presidencial queda implícita, como la condena a la tabacalera. Ciertamente hábil el presidente.

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