sábado, 17 de noviembre de 2007

CUATRO PRINCIPIOS EMPRESARIALES (III)


A riesgo de ser redundante, retomo la discusión sobre la creación de valor, que debe ser obligación de toda empresa que quiera ser competitiva. Este nuestro segundo principio es el fundamento que justifica la existencia de toda organización. Solo la empresa debe existir si sus productos o servicios satisfacen alguna necesidad. Ahora bien, este principio para que sea efectivamente realizado, debe estar complementado con otro conjunto de principios. La empresa, no solo debe satisfacer necesidades, sino satisfacerla bien. El fundamento básico de la competitividad, o la razón que una empresa sobreviva, en un ambiente competitivo donde hay empresas luchando por conseguir los favores de sus clientes, es que la satisfacción de necesidades debe ser hecha de manera tal que se diferencie de la satisfacción que generan los productos de la competencia.

El tema es que no haya engaño, que cuando se adquiere un producto satisfaga, preferiblemente supere, las expectativas por el cual se compró. Y esto debe hacerse sin afectar el primer principio, según el cual las empresas deben ser rentables. Ahora bien, como se puede garantizar que todos los productos cumplan las condiciones de calidad, sin que esto aumente los costos de producción y afecte la ganancia de la empresa. La respuesta fue dada por los japoneses en la década de los 80 y establece nuestro tercer principio empresarial, la empresa debe centrase en los deseos de cliente, tomando en consideración tanto los clientes externos como los clientes internos, a quienes se sirven al interior de la empresa.

Si en la línea de producción de la empresa, cada persona que interviene en el proceso, tiene normas, procedimientos y esta al tanto acerca de las características que debe tener el producto al finalizar la tarea y entregarla a las personas que continúan la fabricación del producto en esas condiciones, se garantiza, no solo mejores productos finales, sino menos errores de fabricación con la consecuente reducción en los tiempos de procesamiento.