Agradezco al Tren la posibilidad de participar en los talleres y diálogos que promueve “Iniciativa Democrática” (www.iniciativademocratica.org) quienes dirigidos por Werner Corrales y Tanya Miquilena recorren el país, buscando saber que quieren los venezolanos para construir una visión compartida del país que sirva como punto central para una estrategia de desarrollo, el cual no existe en Venezuela desde al menos hace doce años.
El encuentro contó con una asistencia de verdad calificada, por lo que la discusión fue de muy alto nivel. Los números y evidencias que se mostraron durante el encuentro no deja de crear un ambiente de preocupación: la crisis es mucho más profunda de lo que la gente percibe y existen dudas, mucho más que razonable que la dirigencia política opositora este consciente de ello, y que la solución del país, si bien requiere como condición necesaria un cambio de gobierno, esto no es ni remotamente suficiente si se desea recobrar y avanzar en la búsqueda del bienestar que ya le es ajeno a la inmensa mayoría del país.
A pesar de la reticencia de Werner, para dibujar la crisis del país me permití comparar la Venezuela actual al estado de naturaleza hobbesiano fundamentalmente basado en la ausencia de un estado capaz de garantizar un orden mínimo que ofrezca cierto nivel de seguridad en el desarrollo de las relaciones que se dan en una sociedad, donde todos luchan en una especie de sálvense quien pueda. Aunque por supuesto ambos estaríamos en profundo desacuerdo con la implantación de un pacto social autoritario para la resolución de conflictos. Este por el contrario, tiene que nacer de los acuerdos básicos, que gracias a emprendimientos, como las del Proyecto Tren, Iniciativa Democrática y otras organizaciones que comienzan a pulular por todo el país, ya comienza a tener atisbos claros.
Ahora donde se encuentran los consensos: las palabras paz, tolerancia, democracia descentralizada con verdadera participación de los ciudadanos, resaltan conjuntamente con el deseo de rescatar la prosperidad pérdida ya hace treinta años, cuando Venezuela descollaba por sus instituciones democráticas y económicas. Algo más difícil es el cómo, cuando el populismo encuentra férrea ascendencia tanto desde la propuesta socialista militarista, como desde la Mud. Amartya Sen, autor que debería ser del conocimiento popular, propone que la clave es combinar la acción de la libertad del hombre con políticas activas de desarrollo a través de la promoción de capacidades en la persona.
La construcción de una propuesta de mediano y largo plazo, compite por el momento con el ofrecimiento populista electoral. Diferenciar y no confundir la táctica que representa el uso del marketing político con la estrategia de desarrollo del país, es uno de los retos a lograr.
1 comentario:
Totalmente de acuerdo contigo y Amartya Sen, creo que el verdadero reto es como dices combinar los fines electorales con el objetivo desarrollo, es focalizarse si hablamos de Venezuela 2011-2021 para el siglo XXI??, me pregunto como igualar esos veintiuno
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