miércoles, 13 de julio de 2011

GOBERNABILIDAD EN LOS NUEVOS ESCENARIOS


No hace falta un gobierno perfecto; se necesita uno que sea práctico.

Aristóteles

La palabra gobernabilidad refiere según los diversos autores a dos tipos de situaciones, la primera refiera a la estabilidad en el funcionamiento de un Estado, es decir que los ciudadanos puedan llevar una vida normal y un gobierno que atienda sus funciones para que esto sea posible. La otra situación, es algo más profunda y refiere a un gobierno funcional que asuma de manera eficaz y transparente su gestión y pueda en un ambiente democrático incrementar el bienestar de sus ciudadanos.

Quizás la principal razón para que exista un gobierno, es el control de las acciones de los individuos, que en alguna circunstancia que se sientan libre de hacer lo que le venga en gana, hagan precisamente eso, generando una situación de caos donde la vida y los bienes de los ciudadanos se ponga en peligro inminente. Que exista gobierno no significa que exista gobernabilidad. Sucesos como lo ocurrido en Venezuela (2002), Argentina (2001), Ecuador (2005), Bolivia (2003, 2005) y en varios países del Oriente medio (2011) muestra situaciones donde mantener a la gente tranquila en sus quehaceres habituales puede resultar una tarea complicada. En ocasiones la solución requiere de un cambio de gobierno y en los casos más extremos la guerra civil. Nada más peligroso que la ausencia de gobierno.

Precisamente porque atañe a la gobernabilidad, específicamente a la primera señalada, una enfermedad que se anuncia como grave de un jefe de estado, es precisamente un asunto de estado (perdón por la redundancia) y por tanto algo que atañe a lo público. Esto implica, por respeto al soberano, que la gente tiene que saber la verdadera condición del presidente. No es el capricho de un funcionario determinar que es lo que tiene que saber, sino una obligación en un país democrático.

Todos los países tienen en sus costumbres y preceptos constitucionales la manera en que se atienden las crisis políticas. El desarrollo institucional del país es la variable que dicta hasta que punto se respeta los derechos constitucionales para resolverlas. El hecho que el vicepresidente no haya sido formalmente designado como presidente encargado mientras duro la convalecencia del presidente en Cuba, demuestra la vulnerabilidad de estas normas en Venezuela.

Por lo general un proceso nominal o verdaderamente revolucionario, requiere un liderazgo fuerte, pero a su vez que los posibles sucesores mantengan la misma fortaleza o incluso superior. Las revoluciones giran en torno a personas y no a instituciones, y por tanto debería existir una garantía personal sobre quien deben recaer las decisiones, en caso de la ausencia del líder. En Venezuela esto no existe, puesto que todo gira en torno al único líder. Por tanto ante una institucionalidad tan debilitada, si se diera una crisis política de envergadura por la ausencia o incapacidad de la figura presidencial, la gobernabilidad en su sentido más básico pudiera resquebrajarse.

Por los momentos la salud del presidente, más que la salud institucional es la garantía de gobernabilidad de nuestra república. Con unas instituciones sanas, la enfermedad de un presidente, sería simplemente un evento, que se resolvería dentro de los canales institucionales. En un gobierno revolucionario, fuertemente personalista fundamentado alrededor de un liderazgo carismático la enfermedad presidencial pudiera desatar la caja de pandora de la ingobernabilidad. La garantía que esto no ocurra la tienen la madurez de los actores políticos y de la Fuerza Armada, que desde 1958 a la hora que de verdad han requerido su concurso, han sabido responder a la nación y no a los intereses políticos.

Ahora bien, y que pasa con la otra gobernabilidad, aquella vinculada con el término que los especialistas conocen como gobernanza. Pues muy fácil, esta no existe en Venezuela desde hace más de veinte años. Solo se vislumbra en algunos gobiernos regionales y locales, los cuales a su vez, cada vez tienen menores recursos para mantenerla.

Para que la verdadera gobernabilidad se logre, es fundamental un cambio en la gestión pública, que parece solo ser posible, a través de un cambio en la dirigencia de los que hoy conducen nuestros destinos, quienes mediante un gran acuerdo de convivencia nacional, cambie el modelo de desarrollo que actualmente sufre la sociedad venezolana.

jueves, 7 de julio de 2011

ESCENARIOS


El vicediós siempre es ateo

Mario Benedetti

A pesar que muchos piensan que es imposible, la mayoría quiere saber lo que va a pasar. Las predicciones de Adriana Azzi logran aumentar las ventas del diario El Nacional el último domingo de enero. Tomar las previsiones ante las posibles contingencias, es algo que atañe a todos y cada uno. En esto esta la humanidad se encuentra desde que se conoce la historia. Conocido el oráculo de Delfos (siglo VII a.c.), donde gente de toda clase buscaba las respuestas a la pitonisas del templo, hasta las consultas gratis al horóscopo y a la galleta de la fortuna, que son consultados por mis amigos de facebook y publicados en mi muro, las que superan el filtro de mis bloqueos. El tema es que muchas de las decisiones dependen de lo que se supone pasará en el futuro.

De esto trata la planificación estratégica, si bien es cierto que el futuro no se puede conocer, si se puede suponer. Unas de las técnicas para suponer futuros utilizadas por la planificación estratégica es el uso de escenarios, que como lo define Michael Godet: refiere al “conjunto formado por una situación futura y de la trayectoria de eventos que permiten pasar de la situación origen a la situación futura, donde este conjunto de eventos presenta cierta coherencia”. Eso si, la construcción de escenarios, se construye a partir de realidades ciertas y conocidas.

Analicemos la situación política a partir de los nuevos acontecimientos. Hay un hecho al que podemos dar certeza, el presidente está siendo tratado por presentar formaciones de carácter cancerígeno si hemos de creerles a Nelson Bocaranda Sardi y al propio presidente. Se está por tanto en presencia de una dolencia grave, que pudiera significar desde un empeoramiento de su estado de salud hasta su fallecimiento (vaya nuestro voto por el restablecimiento pleno de su salud). Hay otro hecho notorio, desde el lado del gobierno, la única garantía tangible del mantenimiento de la revolución es la permanencia de Chávez en el poder. De tal manera que esta afectación es un hecho que pudiera ser trascendental para el devenir de la nación venezolana.

En vista de estas dos eventos conocidos, podemos crear algunos escenarios, es decir suponer algunos futuros posibles de tal manera, que de presentarse alguno de ellos, ejecutar una serie de acciones ya acordadas.

En este sentido se prevén tres escenarios con miras a la campaña presidencial del 2012:

1.- El presidente vivito y coleando: El presidente se cura completamente de su enfermedad, sin que esto signifique ningún trastorno en su actividad como jefe de estado, candidato y líder de la “revolución”.

Las consecuencias de este escenario es que el presidente puede verse fortalecido en su imagen de vencedor, que logra derrotar hasta el cáncer, además de mantener la cohesión interna del partido en aras de la campaña presidencial. Incluso pudiera aprovechar ciertas expresiones realizadas por opositores radicales (será que en algún momento se puedan amarrar a los locos) cuyos deseos expresado por las redes sociales dista mucho del ánimo de reconciliación que priva en la mayoría del país, para deteriorar la imagen de la oposición.

Como este era el escenario dominante ante de los eventos conocidos, no es de esperarse otra cosas que lo que ya estaba previsto. Es decir un presidente en campaña, tal como nos tiene acostumbrado y la oposición buscando la unidad en torno a candidaturas que surjan del seno de unas elecciones primarios, previstas inicialmente para febrero de 2012.

2.- El presidente vivo, pero incapaz de mantenerse en campaña. Chávez utilizaría la coaptación (el dedo) para designar a sus sucesores y por un tiempo seguiría tomando las decisiones fundamentales. Mantendría el liderazgo, pero su revolución necesita del surgimiento de otros liderazgos emergentes. En la medida que estos líderes crezcan pueden comenzar a tener sus propias ideas divergentes del hasta ahora líder máximo (o único) del proceso. En este escenario la figura de Chávez, sigue siendo preponderante, por lo menos en el corto plazo y por tanto, los adversarios seguirían enfrentando al mismo líder pero con menor intensidad en sus apariciones públicas. Es la prueba de fuego para saber que tan importante es la presencia física de Chávez, como garantía de triunfo. Aunque Chávez no sea el candidato, seguiría siendo el gran elector. El tono de la campaña pudiera variar en función del estado anímico y físico del actual presidente y de la capacidad del nuevo candidato.

3.- El presidente sucumbe ante sus problemas de salud. Ante la ausencia de un sucesor con liderazgo, el partido y sus movimientos políticos y militares aliados, pueden caer en la anarquía y el desanimo. El partido, ante la perdida inminente del poder puede vivir un proceso de desorganización o precisamente ante este peligro pudiera reorganizarse, amparado en sus estatutos, donde la coaptación sea sustituida por la democracia interna. No abrir los canales de la democracia interna, en una pelea por la sucesión, puede significar el fin del partido. En todo caso con un partido unido o fragmentado habrá un candidato que llevará la tarjeta del Psuv. Este, candidato si desea tener oportunidad electoral, con seguridad vivirá un proceso de moderación de su discurso, en busca de los electores del centro y tendrá que buscar acercamientos con sectores hoy adverso al proceso revolucionario, lo que significará finalmente la liquidación del proceso revolucionario, tal y como se conoce hoy.

La oposición por su parte, no debería caer en un falso optimismo. El áurea del Presidente Chávez puede dar aliento a sus seguidores por unos cuantos años, si el partido del presidente se mantiene unido.

Por tanto ante cualquiera de estos escenarios, la oposición, solo puede tener una estrategia: unidad y elección de los candidatos en elecciones primarias y seguir construyendo el país alternativo, que igual, tarde o temprano, llegará, independientemente de la salud del presidente actual.

jueves, 30 de junio de 2011

REPUBLICA DE “EL RODEO”


Hace poco hice referencia al tema de la soberanía. Para beneficios de mis lectores, se los recuerdo: se es soberano, cuando no existe otro poder terrenal superior. La garantía de la soberanía del Estado se logra cuando se posee el monopolio legítimo de la violencia. El termino de legitimidad a lo que refiere es que es un poder aceptado, puesto que es tenido o usado de acuerdo con unas reglas acordadas socialmente. Pero esta posibilidad de uso de la coerción debe ser lo suficientemente fuerte como para disuadir del uso de la violencia a otra persona o grupo social. Por lo general el uso de la violencia fuera de lo convenido por las leyes da pie para el uso del poder del estado para someter a los infractores y aplicarles los castigos igualmente previstos en las leyes, entre los que se encuentra la reclusión en algunas de las cárceles de la república.

El poder del Estado es para ejercerlo. El monopolio de la violencia legitima, requiere que solo los autorizados para salvaguardar la paz de la república puedan poseer armas, entiéndase las fuerzas armadas y policiales. Nuestra legislación acepta que los civiles puedan poseer cierto tipo de armamento, solo si están debidamente permisados y demostrado su uso deportivo o de defensa personal. Por tanto la soberanía de un Estado se lesiona cuando un grupo decide crear un autogobierno y hacer caso omiso a sus normas.

No es de extrañar que un Gobierno que desatiende sus tareas elementales como lo es proveer de seguridad a sus ciudadanos haya dejado que en algunas de sus cárceles exista un autogobierno. Los personeros desde el gobierno se autoproclaman socialistas y claman por la virtud de la pobreza, pero los militares y autoridades de los penales se hacen ricos con el tráfico de armas, licores y drogas.

En ellas mandan unos señores que llaman “pranes”, que parecen ganarse ese puesto por su record delictivo y por la ferocidad de sus acciones. Una guerra entre presos con decenas de muertos mostró al mundo que el gobierno se quedaba en las puertas del retén. Que en su interior había otra vida, donde las leyes de la república no existen.

En la república de “El Rodeo” luego de un sitio que dura varios días el Estado no logra hacerse control del territorio y los pranes siguen mandando. Suponemos situaciones similares en el resto de las cárceles. Otra muestra de la guerra de todos contra todos en que se ha transformado Venezuela.

jueves, 23 de junio de 2011

REPOSO MEDICO


No soy médico, aunque de vez en cuando le diga a la gente que tome una pastilla de acetaminofen para el dolor de cabeza y buscapina para el de barriga. Espero que la sociedad médica no me persiga por esto, ni la fiscalía me ponga preso, como a los buhoneros “ortodoncistas” que ponían brackets en el centro de Valencia. Pero a pesar de mi osadía no me meteré con la enfermedad del presidente. Solo le pedimos que recupere su salud. El como ser humano, normal y corriente se enferma, y en algunas de éstas puede requerir lo que se conoce un reposo médico. Es decir una temporada en la que se desentiende de sus obligaciones laborales hasta que recupere se salud.

¿Que pasa cuando un presidente se enferma y debe tomar un reposo médico? ¿Que ocurre si este decaimiento del ánimo, ocurre fuera del suelo nacional? La constitución nacional conoce esta figura como falta temporal del presidente de la república y establece que mientras esto ocurre, el vicepresidente se encarga de la presidencia hasta que el presidente retome sus funciones (art 234). Esto no debería ocasionar mayores traumas, sino considerarse como un evento normal, ante los accidentes de nuestra vida cotidiana. Máxime cuando el vicepresidente no es una persona que llegara al cargo por un acuerdo electoral, sino por el contrario, es una persona de absoluta confianza, designado directamente por el presidente, y de acuerdo a lo relatado por el mismo, daría la vida por él y por salvaguardar la revolución. Entonces, cuál será el temor del presidente, de tomarse en serio su reposo médico y dejar que el Vicepresidente, asuma temporalmente la presidencia de la república, hasta que recobre su salud.

Le recomendación médica es que que descanse, ahorita que Jessie dice que su popularidad está intacta. Deje que el gobierno haga su trabajo, que Alí logre que el servicio de electricidad funcione medianamente, que Tarek, no permita que los venezolanos se asesinen, en las cárceles o fuera de ella, que Francisco Garcés y Farruco, consigan las cabillas y el cemento para las casitas de la misión vivienda, que Pdval distribuya el aceite, la carne y la harina de trigo que no se consiguen y que Jorge y Nelson puedan abatir la inflación. Descanse presidente y dese cuenta que su ausencia o presencia, no influye para nada en la eficacia del gobierno.

Repose presidente, deje los temores y confíe en su gente. O será la revolución la que está tan enferma, que no soporta un absceso pélvico.

jueves, 16 de junio de 2011

LA DIGNIDAD COMO DADIVA


El hombre como hijo de Dios según los cristianos o como criatura superior del universo de acuerdo a quienes no lo son, son seres intrínsecamente dignos, es decir valiosos por si mismo. La consecuencia de esta concepción del hombre es la igualdad básicamente en el plano jurídico y limites a la actuación de los representantes del Estado en el trato a los ciudadanos. Pero el hecho va más allá. Hace algunas semanas al comentar la manifestación de los indignados, (entendiendo como indignado aquel que se rebela contra un estado de no valoración a la persona) estos proclamaban en que consistía el tratamiento digno, es decir aquellas cosas que le corresponderían por derecho natural dada la dignidad.

Entre otras cosas pedían que cada persona tuviera derechos a una serie de beneficios sociales que le correspondían sencillamente por ser ciudadano de un país determinado. Cualquiera que razonara un poco el asunto, pudiera dar cuenta que esta dignidad tiene su correlato en el Estado de Bienestar y cabe la pregunta, Qué pasa con la dignidad cuando el dinero de una nación no alcanza para ofrecer estas dignidades? El proveer a una masa de persona de seguridad social, educación, servicios de salud y otros beneficios, requiere de dinero que en principios el Estado no posee, sino sus ciudadanos, que le son pechados a través de la vía impositiva.

¿A cuenta de qué unas personas deben destinar parte de sus ganancias para financiar el bienestar de otros? Si un ciudadano cualquiera puede acceder a cierto nivel de bienestar a partir de sus ingresos, porque otros ciudadanos no pueden obtenerlo. A través de ciertos criterios puede considerarse que la educación y la salud, al generar capacidades son el medio a través del cual la gente puede acceder a un mayor porción de la riqueza social, pero no ocurre así con otros beneficios tales como vivienda o muebles.

Malula, el personaje que popularizará Radio Rochela lo decía muy claro, amaba el cerro, pero con que gusto se mudaría p´al Caracas Country Club, puesto que la dignidad de verdad debería tener su concreción en la posesión de bienes materiales, que hicieran más llevadera la vida.

En el caso de Venezuela, la presencia de la renta petrolera, permite que la dignidad se negocie en el mercado electoral, donde el mecanismo funciona más o menos así: votas por mí y te harás acreedor a un ticket de una rifa para una casa con muebles y electrodomésticos, es decir una casa “digna”. Nos olvidamos que en el fondo, una vida digna no es una dádiva, sino la consecuencia de la acción del hombre en su paso por la tierra.

martes, 14 de junio de 2011

ESTAFADO, EXPROPIADO, INVADIDO


Quien lea este título en cualquier país distinto al nuestro, seguramente pensará que se trata de una comedia americana donde a un hombre, comienzan a pasarle una serie de desventuras, muchas de ellas hilarantes, porque al final de cuenta estas cosas solo le pueden ocurrir a un personaje de ficción y no a alguien de carne y hueso y donde al final luego de los enredos hay un “happy end”.

Quien viva en Venezuela, sabe que estamos hablando de la cotidianidad de un país, que tiene la desventura de vivir bajo la égida de un gobierno ávido de poder y absolutamente incapaz de poner algo de orden para la convivencia ciudadana. Estafados, expropiados e invadidos, es la experiencia que les ha tocado vivir a los compradores de una vivienda en el sector Lomas de la Hacienda, ubicada en el Municipio San Diego del Estado Carabobo y constituye una muestra de la incapacidad y la demagogia gubernamental.

Estafados: Uno de los deberes del Estado es garantizar el cumplimiento de los contratos entre entes privados. La razón por la cual debe existir la presencia de un árbitro con poder, está dada por una falla de mercado que se conoce como asimetría de la información. En el caso de la preventa de viviendas el comprador no tiene la seguridad que ésta le será entregada, una vez la haya pagado. La vía jurisdiccional es la que se ocupa de resolver estas diferencias y al ejecutivo hacer valer las decisiones judiciales. Las demoras en las entregas de viviendas, lo que demuestra es la debilidad institucional del país para garantizar el cumplimiento de los contratos y posibles condiciones del entorno, no previstas inicialmente que ocasionan la imposibilidad de los compromisos originarios.

Expropiados: Es la vía utilizada por el gobierno para avanzar en su proyecto comunista. Sin embargo cabe decir que al no existir el pago de la indemnización contemplada en la constitución nacional, lo que se está es en presencia de una apropiación indebida de un estado abusador. La expropiación de los urbanismos tenía el propósito expreso de recomenzar las obras para entregárselas a sus legítimos propietarios, ante el incumplimiento de los constructores originales. Lástima que no hayan avances, tras 8 meses de decretada la toma y los dueños ahora no tengan instancia oficial ante quien acudir por el incumplimiento, ahora del estado, en un país que adolece de estado de derecho.

Invadidos: Como si fuera poca la tragedia de nuestros protagonistas, ahora le toca el drama de defenderse de los invasores. En la Venezuela de hoy, cualquier colectivo siente que tiene el derecho de apropiarse de bienes ajenos, con la particularidad que para ello cuenta con la protección de aquellos que deberían garantizar el cumplimiento de la ley. La invasión de Lomas de la Hacienda, contó con la vista gorda de los militares que custodian los inmuebles. Solo la acción enérgica de los propietarios, evito la toma de su patrimonio.

Lástima que no vivamos en la comedia americana, sino en la tragedia venezolana. Será que esperamos por el “happy end”.