No más presos, por ahora.
La masacre de El Rodeo, su posterior asedio, la fuga del “Pran” Oriente, con sus “luceros” y el descubrimiento que en las cárceles habían más gentes de las que tenían que estar, y que lo presos tenían más cosas que las que tenían que tener, llamó después de doce años de desidia el interés del ejecutivo nacional. Firmes creyentes en las soluciones burocráticas, ascendió el problema a rango de ministerio. Ahora nos damos el lujo de ser el único país que tiene un ministro solo para el tema de las cárceles. Para el cargo fue nombrada la anterior diputada Iris Varela, quien tendrá una bonita oportunidad para demostrar que conoce de algo más que saber odiar.
Sin embargo sus primeras decisiones parecen poco acertadas. Las cárceles se hacinan, como consecuencia de un ineficiente sistema de procesamiento de justicia. Carlos Nieto Palma, en una entrevista añade que además de la ineficiencia estructural del sistema de administración de justicia, los jueces temen librar boletas de excarcelaciones, luego de lo ocurrido con la Juez Afiuni.
Pero no solo las cárceles están hacinadas. Igual lo están los centros de retención temporales o los calabozos con que cuentan los comandos policiales, especialmente en las principales ciudades. Al ingresar a un calabozo, los detenidos tienen dos salidas, la cárcel o la libertad (plena o condicionada). Si no pueden ir a las cárceles, lo más probable es que el hacinamiento de sus calabozos, obligue a dejar a delincuentes en libertad.
Malos días para acabar con la impunidad y con la delincuencia.
La ley del deporte
No deja de ser una buena noticia que exista una ley concertada. Que bandos enfrentados encuentre puntos de unión y no de fractura. He allí lo bueno de la ley del deporte. Ante la disparatada propuesta inicial promovida por el oficialismo, se logro una solución que modera sus excesos. Se comparte con la ley, el voto de los atletas y la creación de un fondo de seguridad social que los ampare. Pero por otra parte, se critica el hecho buscar las ganancias de las empresas para financiar los bienes públicos que deberían ser cubiertos con los impuestos ordinarios del Estado. El voluntariado es bueno, solo cuando es voluntario.
El financiamiento a ciertas actividades (deportivas o culturales) por parte del empresario, era una decisión libre y por supuesto tomada luego de haber realizado un cálculo costo beneficio, de tal manera de no afectar las finanzas de las empresas. Ahora el financiamiento obligado, significa que muchas de estas decisiones libres dejarán de existir. En lugar de realizar el cálculo costo beneficio, se impondrá la lógica del que hacer para afrontar el nuevo “costo”. Esto por lo general se traduce en incremento de precios, por lo que la transferencia la pagaran el público con productos más caros y el país con la perdida de su competitividad.
Al final la gente siempre paga la ineficacia gubernamental.
La tarjeta unitaria
Finalmente la Mesa de la Unidad Democrática decidió. La lógica de sus decisiones es lo que se conoce como de mejoría de Pareto, es decir, si alguien se ve afectado por la decisión, mejor será no tomarla. De esta manera en lugar de decidir por la tarjeta única, decidió por la tarjeta unitaria. Los partidos que quieran utilizar esta tarjeta la utilizarán. Aquellos que deseen utilizar sus propias siglas, colores y símbolos también lo podrán hacer. Se acogerán a la tarjeta unitaria, Copei que fue quién lo propuso, y los partidos minoritarios que desean ocultar los números de su votación. Otros partidos lo analizarán en función del factor resultado de la elección primaria. Será difícil a un abanderado partidista vencedor de la primaria, no usar la tarjeta de su partido. Un independiente la verá con muy buenos ojos.
Con tarjeta unitaria o no, el elector siempre encuentra una manera de expresar su voluntad. Causa R no pudo sacar provecho a la elección presidencial de Arias Cárdenas en el año 2000, porque masivamente los electores votaron por la tarjeta Iniciativa Propia. Los electores de la parroquia San José del Municipio Valencia, votaron por Henrique Fernando por tarjetas distintas a Prove en la elección a gobernador en el 2008 como “factura” por la decisión de esta organización de no apoyar al candidato Miguel Cocchiola a la Alcaldía de Valencia.
Habrá muchas tarjetas, pero una sola campaña, dicen sus dirigentes y están en lo cierto. Luego de escogido el candidato, ciertamente habrá una sola campaña opositora que atraerá la atención. La del candidato. Si este decide que sea con los estrategas de la Mud, así será. Si le da preeminencia a los asesores y personalidades de su partido, así será.
Estas son las realidades de la política, aunque a algunos no les guste.