jueves, 30 de junio de 2011

REPUBLICA DE “EL RODEO”


Hace poco hice referencia al tema de la soberanía. Para beneficios de mis lectores, se los recuerdo: se es soberano, cuando no existe otro poder terrenal superior. La garantía de la soberanía del Estado se logra cuando se posee el monopolio legítimo de la violencia. El termino de legitimidad a lo que refiere es que es un poder aceptado, puesto que es tenido o usado de acuerdo con unas reglas acordadas socialmente. Pero esta posibilidad de uso de la coerción debe ser lo suficientemente fuerte como para disuadir del uso de la violencia a otra persona o grupo social. Por lo general el uso de la violencia fuera de lo convenido por las leyes da pie para el uso del poder del estado para someter a los infractores y aplicarles los castigos igualmente previstos en las leyes, entre los que se encuentra la reclusión en algunas de las cárceles de la república.

El poder del Estado es para ejercerlo. El monopolio de la violencia legitima, requiere que solo los autorizados para salvaguardar la paz de la república puedan poseer armas, entiéndase las fuerzas armadas y policiales. Nuestra legislación acepta que los civiles puedan poseer cierto tipo de armamento, solo si están debidamente permisados y demostrado su uso deportivo o de defensa personal. Por tanto la soberanía de un Estado se lesiona cuando un grupo decide crear un autogobierno y hacer caso omiso a sus normas.

No es de extrañar que un Gobierno que desatiende sus tareas elementales como lo es proveer de seguridad a sus ciudadanos haya dejado que en algunas de sus cárceles exista un autogobierno. Los personeros desde el gobierno se autoproclaman socialistas y claman por la virtud de la pobreza, pero los militares y autoridades de los penales se hacen ricos con el tráfico de armas, licores y drogas.

En ellas mandan unos señores que llaman “pranes”, que parecen ganarse ese puesto por su record delictivo y por la ferocidad de sus acciones. Una guerra entre presos con decenas de muertos mostró al mundo que el gobierno se quedaba en las puertas del retén. Que en su interior había otra vida, donde las leyes de la república no existen.

En la república de “El Rodeo” luego de un sitio que dura varios días el Estado no logra hacerse control del territorio y los pranes siguen mandando. Suponemos situaciones similares en el resto de las cárceles. Otra muestra de la guerra de todos contra todos en que se ha transformado Venezuela.

jueves, 23 de junio de 2011

REPOSO MEDICO


No soy médico, aunque de vez en cuando le diga a la gente que tome una pastilla de acetaminofen para el dolor de cabeza y buscapina para el de barriga. Espero que la sociedad médica no me persiga por esto, ni la fiscalía me ponga preso, como a los buhoneros “ortodoncistas” que ponían brackets en el centro de Valencia. Pero a pesar de mi osadía no me meteré con la enfermedad del presidente. Solo le pedimos que recupere su salud. El como ser humano, normal y corriente se enferma, y en algunas de éstas puede requerir lo que se conoce un reposo médico. Es decir una temporada en la que se desentiende de sus obligaciones laborales hasta que recupere se salud.

¿Que pasa cuando un presidente se enferma y debe tomar un reposo médico? ¿Que ocurre si este decaimiento del ánimo, ocurre fuera del suelo nacional? La constitución nacional conoce esta figura como falta temporal del presidente de la república y establece que mientras esto ocurre, el vicepresidente se encarga de la presidencia hasta que el presidente retome sus funciones (art 234). Esto no debería ocasionar mayores traumas, sino considerarse como un evento normal, ante los accidentes de nuestra vida cotidiana. Máxime cuando el vicepresidente no es una persona que llegara al cargo por un acuerdo electoral, sino por el contrario, es una persona de absoluta confianza, designado directamente por el presidente, y de acuerdo a lo relatado por el mismo, daría la vida por él y por salvaguardar la revolución. Entonces, cuál será el temor del presidente, de tomarse en serio su reposo médico y dejar que el Vicepresidente, asuma temporalmente la presidencia de la república, hasta que recobre su salud.

Le recomendación médica es que que descanse, ahorita que Jessie dice que su popularidad está intacta. Deje que el gobierno haga su trabajo, que Alí logre que el servicio de electricidad funcione medianamente, que Tarek, no permita que los venezolanos se asesinen, en las cárceles o fuera de ella, que Francisco Garcés y Farruco, consigan las cabillas y el cemento para las casitas de la misión vivienda, que Pdval distribuya el aceite, la carne y la harina de trigo que no se consiguen y que Jorge y Nelson puedan abatir la inflación. Descanse presidente y dese cuenta que su ausencia o presencia, no influye para nada en la eficacia del gobierno.

Repose presidente, deje los temores y confíe en su gente. O será la revolución la que está tan enferma, que no soporta un absceso pélvico.

jueves, 16 de junio de 2011

LA DIGNIDAD COMO DADIVA


El hombre como hijo de Dios según los cristianos o como criatura superior del universo de acuerdo a quienes no lo son, son seres intrínsecamente dignos, es decir valiosos por si mismo. La consecuencia de esta concepción del hombre es la igualdad básicamente en el plano jurídico y limites a la actuación de los representantes del Estado en el trato a los ciudadanos. Pero el hecho va más allá. Hace algunas semanas al comentar la manifestación de los indignados, (entendiendo como indignado aquel que se rebela contra un estado de no valoración a la persona) estos proclamaban en que consistía el tratamiento digno, es decir aquellas cosas que le corresponderían por derecho natural dada la dignidad.

Entre otras cosas pedían que cada persona tuviera derechos a una serie de beneficios sociales que le correspondían sencillamente por ser ciudadano de un país determinado. Cualquiera que razonara un poco el asunto, pudiera dar cuenta que esta dignidad tiene su correlato en el Estado de Bienestar y cabe la pregunta, Qué pasa con la dignidad cuando el dinero de una nación no alcanza para ofrecer estas dignidades? El proveer a una masa de persona de seguridad social, educación, servicios de salud y otros beneficios, requiere de dinero que en principios el Estado no posee, sino sus ciudadanos, que le son pechados a través de la vía impositiva.

¿A cuenta de qué unas personas deben destinar parte de sus ganancias para financiar el bienestar de otros? Si un ciudadano cualquiera puede acceder a cierto nivel de bienestar a partir de sus ingresos, porque otros ciudadanos no pueden obtenerlo. A través de ciertos criterios puede considerarse que la educación y la salud, al generar capacidades son el medio a través del cual la gente puede acceder a un mayor porción de la riqueza social, pero no ocurre así con otros beneficios tales como vivienda o muebles.

Malula, el personaje que popularizará Radio Rochela lo decía muy claro, amaba el cerro, pero con que gusto se mudaría p´al Caracas Country Club, puesto que la dignidad de verdad debería tener su concreción en la posesión de bienes materiales, que hicieran más llevadera la vida.

En el caso de Venezuela, la presencia de la renta petrolera, permite que la dignidad se negocie en el mercado electoral, donde el mecanismo funciona más o menos así: votas por mí y te harás acreedor a un ticket de una rifa para una casa con muebles y electrodomésticos, es decir una casa “digna”. Nos olvidamos que en el fondo, una vida digna no es una dádiva, sino la consecuencia de la acción del hombre en su paso por la tierra.

martes, 14 de junio de 2011

ESTAFADO, EXPROPIADO, INVADIDO


Quien lea este título en cualquier país distinto al nuestro, seguramente pensará que se trata de una comedia americana donde a un hombre, comienzan a pasarle una serie de desventuras, muchas de ellas hilarantes, porque al final de cuenta estas cosas solo le pueden ocurrir a un personaje de ficción y no a alguien de carne y hueso y donde al final luego de los enredos hay un “happy end”.

Quien viva en Venezuela, sabe que estamos hablando de la cotidianidad de un país, que tiene la desventura de vivir bajo la égida de un gobierno ávido de poder y absolutamente incapaz de poner algo de orden para la convivencia ciudadana. Estafados, expropiados e invadidos, es la experiencia que les ha tocado vivir a los compradores de una vivienda en el sector Lomas de la Hacienda, ubicada en el Municipio San Diego del Estado Carabobo y constituye una muestra de la incapacidad y la demagogia gubernamental.

Estafados: Uno de los deberes del Estado es garantizar el cumplimiento de los contratos entre entes privados. La razón por la cual debe existir la presencia de un árbitro con poder, está dada por una falla de mercado que se conoce como asimetría de la información. En el caso de la preventa de viviendas el comprador no tiene la seguridad que ésta le será entregada, una vez la haya pagado. La vía jurisdiccional es la que se ocupa de resolver estas diferencias y al ejecutivo hacer valer las decisiones judiciales. Las demoras en las entregas de viviendas, lo que demuestra es la debilidad institucional del país para garantizar el cumplimiento de los contratos y posibles condiciones del entorno, no previstas inicialmente que ocasionan la imposibilidad de los compromisos originarios.

Expropiados: Es la vía utilizada por el gobierno para avanzar en su proyecto comunista. Sin embargo cabe decir que al no existir el pago de la indemnización contemplada en la constitución nacional, lo que se está es en presencia de una apropiación indebida de un estado abusador. La expropiación de los urbanismos tenía el propósito expreso de recomenzar las obras para entregárselas a sus legítimos propietarios, ante el incumplimiento de los constructores originales. Lástima que no hayan avances, tras 8 meses de decretada la toma y los dueños ahora no tengan instancia oficial ante quien acudir por el incumplimiento, ahora del estado, en un país que adolece de estado de derecho.

Invadidos: Como si fuera poca la tragedia de nuestros protagonistas, ahora le toca el drama de defenderse de los invasores. En la Venezuela de hoy, cualquier colectivo siente que tiene el derecho de apropiarse de bienes ajenos, con la particularidad que para ello cuenta con la protección de aquellos que deberían garantizar el cumplimiento de la ley. La invasión de Lomas de la Hacienda, contó con la vista gorda de los militares que custodian los inmuebles. Solo la acción enérgica de los propietarios, evito la toma de su patrimonio.

Lástima que no vivamos en la comedia americana, sino en la tragedia venezolana. Será que esperamos por el “happy end”.

viernes, 3 de junio de 2011

EL ESPECTACULO DEBE CONTINUAR


A veces uno se pone nostálgico y recuerda aquellas épocas juveniles en los pasillos de la UCV, con el cuaderno de la materia del día y eventualmente algunos libros, que leeríamos en la biblioteca o en los espacios de la “capilla universitaria”. Como estudiante de ciencia política teníamos que conocer muy bien el concepto de soberanía que recuerdo definido por Bodino en algunos de los tomos de los seis libros de la república, para referirse al poder que no responde a ningún poder. El tema era muy interesante desde el punto de vista de la filosofía política, puesto que en aquellas épocas donde los reyes mandaban, el soberano era el rey. A partir de la revolución Francesa, el rey demostró al poner su cabeza en la guillotina que no eran tan soberano como se pensaba, y que esa representación le correspondía más bien al pueblo.

Desde el punto de vista del derecho internacional, la figura donde se encarna este poder máximo es finalmente el Estado. De allí que Venezuela como estado soberano que es desde 1830, tiene todo el derecho de tener las relaciones que les venga en gana con cualquier país que exista sobre el globo terráqueo. Así mismo, Estados Unidos, que también es soberano, tiene el derecho de no financiar a un grupo de empresas que decidieron soberanamente comerciar con un país que se le declara enemigo. A pesar de eso, decir que Pdvsa, será sancionado porque le vende o le compra quien sabe que cosa a Irán, suena como a metiche.

Sin embargo las sanciones a Pdvsa resultaron de lo más simbólicas. Nada que afecte sus finanzas, ni los requerimientos de divisas del país. Constituye eso sí, una excelente ocasión para la comedia. Gritar a los cuatro vientos que "Venezuela se respeta" y que no dejará su soberanía así los venezolanos tengamos que pasar el resto de la vida comiendo ñame y sardina.

Dentro del marco electoral es lo que en el argot beisbolístico una bombita para el presidente y su partido. Algo más complicado es para la oposición, apoyar las sanciones sería considerado una postura antinacionalista. “Defender la industria petrolera” sería pecar por una posición complaciente con un gobierno felón. Sin necesidad de aplaudir el espectáculo de los “soberanos” países, la única manera real de defender a Pdvsa, es sencillamente quitársela a los malandros que han convertido a nuestra industria en la ruina que es hoy, cosa que sucederá un vez que el pueblo venezolano recobre la soberanía perdida en manos de un teniente coronel retirado. ¿Por cierto, que tal si le preguntamos a la gente con quien prefiere comerciar, con Irán o con los Estados Unidos de América? solamente para saber que opina el soberano.