viernes, 17 de agosto de 2007

Briceño Méndez y Marcos Negrón


Dos posturas sobre el ordenamiento territorial, Briceño Méndez defensor de la lógica racional como política de estado, Marcos Negrón, un pragmático que no pierde pisada a las tendencias internacionales, tanto de las políticas, como de las corrientes migratorias y de la realidad de los asentamientos. Ambos con dilatada experiencia en el campo de la docencia y la investigación. El primero claramente identificado con el proceso, al cual representa desde la unicolor Asamblea Nacional. El segundo, claramente adversario al proceso, al cual no pierde ocasión para manifestar su animadversión.

Tuve oportunidad de escucharlos en el reciente Congreso de Ciudades celebrado en las instalaciones de la Universidad José Antonio Páez. Briceño Méndez, desarrollo su ponencia (disponible en http://www.gentedesoluciones.org/index.php?op=NEArticle&sid=41) donde explica lo que ha sido hasta el momento la propuesta territorial del gobierno nacional. Firme defensor de la propuesta de la desconcentración de la población, tesis fundamental de la estrategia de desarrollo nacional bajo el titulo de equilibrio territorial. La propuesta esta basada en la premisa de la planificación y en la creencia del estado racional, optimizador de medios y fines. Hay que llevar a la gente adonde se encuentren los recursos. Si los minerales, el agua y la tierra se encuentran en el sur, hay que emigrar al sur. Nada nuevo, bajo el sol. Desde Caldera I, todos los gobiernos han visto como problema la concentración de la población en el centro norte del país.

A esta tesis responde Marcos Negrón. No hay que horrorizarse por la concentración. Su conferencia explica como es perfectamente compatible grandes concentraciones urbanas con calidad de vida. Venezuela no posee grandes concentraciones urbanas, si se compara con otros países del planeta. Otras capitales, comparten una mayor proporción de su población que Caracas. El problema, no es el volumen de las ciudades, sino que estas sean lugares inhóspitos; y esto poco tienen que ver con su densidad, sino con las políticas que se desarrollan internamente y de la gerencia que sobre la ciudad ejercen sus autoridades. El desarrollo, al contrario de lo que se cree, promueve la concentración de la población. Mientras mayor es la productividad en el campo, menos gente hace falta para producir. Estados Unidos, es el granero del mundo y solo cuenta con 3% de población rural. La desconcentración de la población cuenta con un problema: la gente no se quiere ir de las ciudades, y de las metrópolis menos. A diferencia del estado racional planificador, Negrón defiende la libertad del individuo de vivir donde le plazca.

Por Internet me llegan fotos de satélite, bajo el titulo “El mundo visto de noche”. Las partes iluminadas son las luces de las ciudades. Con la excepción de una Europa, plenamente iluminada, los focos luminosos bordean los océanos. La gente busca sus asientos, no en función de sus recursos, sino en función de los mercados. Las concentraciones urbanas, son un atractivo natural para las corrientes migratorias. En lugar de desplazar a la gente, las ciudades deben prepararse para recibirlas.

jueves, 16 de agosto de 2007

Grisham y la reelección indefinida



Ciertamente ignoro si el presidente gusta de los thriller. Ignoro si libros de autores como Sheldon o Puzo hayan pasado por sus manos y si sus ojos hayan posado por sus letras. Por el tono de sus discursos, ciertamente no parecen ser esos sus gustos, igualmente el tono comercial de estos libros, especialmente escrito para la clase media americana. De estos escritores de Best Seller, que seguramente nunca ganaran un Nobel pero si muchos dólares, se destaca un abogado, que después de sacar cuentas, decidió seguir la carrera de escritor, se trata de Jhon Grisham. Uno de sus libros es El Jurado.

Un joven llamado Nick quien tiene una cuenta pendiente con una empresa tabacalera, logra infiltrarse como jurado en un juicio que se sigue contra una de estas empresas a quien una viuda acusa de haber asesinado a su esposo fumador. Nick se encuentra al final de presidente de jurado. Al sacar cuentas de la intención de voto del resto de sus colegas, descubre que la mayoría esta dispuesta a favorecer a la empresa, y no pagar la indemnización que el considera que le corresponde a la viuda. Discuten si la empresa debe ser condenada o absuelta y al verse en minoría cambia el tema, y pregunta por el monto con el que debería indemnizar la empresa a la viuda si fueran encontrados culpables. En seguida la discusión discurre por otros senderos. Ya la pelea es por unos dólares más o unos dólares menos. Implícitamente, la tabacalera está condenada.

A la espera de la propuesta de reforma constitucional, Chávez suelta algunos tips. Da por sentado la reelección indefinida, que claramente no cuenta con apoyo popular. Pero embiste contra gobernadores, alcaldes y partidos de la alianza, porque si hay reelección es solo para el sólito. Que se olviden gobernadores y alcaldes que la propuesta no es para ello, y en este caso lo que es bueno para el pavo, no es buena para la pava.

Al día siguiente ya no se discute la pertinencia de la reelección indefinida, sino si esta debe ser reducida al presidente o incluir a todos los cargos electos. La reelección presidencial queda implícita, como la condena a la tabacalera. Ciertamente hábil el presidente.